El
título de este post deja poco a la imaginación, básicamente porque
ya está todo dicho.
Nos
esforzamos por sobrellevar el día a día de la mejor manera sin caer
en la desesperanza. A pesar de “apretarnos el cinturón”,
intentamos con éxito variable: vivir, sonreir y adaptarnos a lo que
hay; rezamos por no ponernos enfermos y por poder pagar a nuestros
hijos una enseñanza que asegure, por lo menos, un inglés “medio
decente”. Mientras nuestros gestores apenas mencionan la sanidad o
la educación e invierten el tiempo en hablar “de lo que le
interesa a la gente” una frase tan manida como vacía.
Cuando
al final de la batalla diaria: con la familia, en el trabajo, con las
obligaciones del hogar, el deporte, uno llega a casa exhausto y
enciende la tele.......es en ese preciso momento cuando empieza el
ESPERPENTO.
Cuando
digo esperpento me refiero la la falta de valores, la impunidad, la
exaltación de la bajeza más deplorable, el infantilismo, el elogio
de la ignorancia,....
La
normalización del esperpento es el grado superlativo del propio
esperpento
No
hablaré aquí de política, pero si del espectáculo choricero,
cutre y pueril de aquellos que, voluntariamente decidieron dedicarse
a la política e hicieron del servicio a los ciudadanos su propio
feudo. Siendo muy consciente de que por esto pagan “justos por
pecadores”. Nada nuevo.
Avisto
con perplejidad lo que ocurre, como si fuera una extraterrestre
recién aterrizada. No entiendo ni el idioma, ni los gestos, ni las
actitudes, ni las formas, …... Vamos que no, que no lo pillo.
Que
conste que lo intento, me afecta, me informo, pero sobre todo me
preocupa...... que aunque lo intente y ponga a tope mi
“empatizador”...... sigo sin entender nada. ¿soy la única?
Al
mismo tiempo y desde hace unos meses resuena en mi cabeza, como si de
un mantra se tratase la palabra RESILIENCIA.
Recientemente
hemos vivido en mi familia un suceso duro, tan duro como la vida
misma. La muerte de un familiar cercano te cambia, y te cambia para
siempre. Deja a los que sobrevivimos al fallecido así....tal
cual.... igual que antes (con tu misma vida, tus mismas
circunstancias) pero con la única certeza de que no abrazarás, no
olerás, ni conversarás más con aquél que se fue para siempre.
Ante
una situación adversa cada uno lo afronta de una manera muy
personal.... ¿por qué no aprovecharla para salir reforzado? ¿por
qué no darle la vuelta a todo? ¿por qué no centrarnos en vivir el
aquí y ahora? ¿por qué no poner un tamiz a nuestro pasado y a
nuestro futuro? Eso es la resiliencia y podría afirmar que esa es
la mayor enseñanza que he recibido de mis padres.
La
resiliencia se
corresponde aproximadamente con el término «entereza». Es superar
algo y salir fortalecido y mejor que antes.
Podría ser lo opuesto al “bloqueo eterno” que sufren muchas
personas ante una situación adversa.
La
independencia de pensamiento, la creatividad o el sentido del humor
son claves para ser una persona resiliente.
Te
invito a investigar sobre este tema pinchando en el siguiente enlace:
Ya
que no podemos controlar que los políticos, gestores, periodistas,
programadores de televisión,.... sean resilientes, Quizá,
fundamentalemente, porque no les interesa ¿por qué no empezar por
nosotros mismos? A mi me ha servido ¿y a tí?
Sonríe,
conócete, salta, se libre, yo estoy en ello, y los “romercuar”
también.....únete.
Pues
eso............. RESILIENCIA CONTRA EL ESPERPENTO.
Hasta
la próxima
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