Ruta de Guachinches en Tenerife (1ª parte)

Los guachinches son bodegas “caseras” que están localizadas en las zonas rurales de la isla. Están abiertos mientras dure el vino que producen los pequeños viticultores, “el vino de la casa”. 

Ofrecen a sus clientes su buen vino de cosecha propia y una cocina familiar de guisos caseros. No suele, ni debe haber (por norma), postres, refrescos o café, ni máquina de tabacos ni de chucherías, productos para los cuales no tienen permiso de venta ni distribución. Además así se evita la competencia desleal con los negocios de restauración permanentes.

Hace algunas semanas nos reunimos un grupo de amigos para hacer una “Ruta de Guachinches”  organizada magistralmente por nuestro amigo Horacio, quién diseñó la ruta y contactó con una guagua (o autobús) por aquello de evitar "preocuparse del coche".

Empezamos el día a las 10 y media de la mañana, con los bolsos cargados de "buen rollo" y varias capas de abrigo (algo que nunca debe faltar cuando se va de Guachinches).

Nosotros visitamos Guachinches, pero también algunos bares y restaurantes.

CONSEJO: lo mejor es "dejarse llevar" por una sola persona, hay muchos lugares geniales que visitar, pero lo ideal es seguir un orden en función de la localización y la comida a probar. 

La primera parada fue en "Casa Chano" en Guamasa a tomar un bocata de jamón para coger fuerzas... la idea era acompañarlo con un café.....pero, en fin,.........

Después atravesamos la carretera de Tacoronte hacia El Sauzal y fuimos directos al "Bar Félix" a por sus famosas arvejas. Don Félix, siempre al frente del negocio, con sus más de 80 años ¿el vino será el secreto de su longevidad?, por si acaso nos bebimos "unas cuartas de vino".

CONSEJO: aunque haya varias cosas de la carta que nos apetezca probar, hay que "ser fuerte" y elegir una cosa en cada sitio, para así poder visitar más lugares. Cada local tiene su "personalidad"

Antes de continuar, parada técnica en «la casa del vino, La Baranda», probamos unos quesos de la zona acompañados de mermeladas y disfrutamos de las maravillosas vistas del mar y el Teide.

Como Horacio iba dirigiendo al chófer, la siguiente parada era un misterio, nuestro siguiente destino nos depararía algunas sorpresas...........  aquí va una pista: 

(continuará)