DIY CABECERO CASERO


 


Desde hace algunos meses, quizá porque, como dice una de mis amigas, “tengo la crisis de los cuarenta adelantada” se ha despertado en mí un interés, que bien podría ser objeto de un estudio, que consiste en “marujear”    ¡¡¡aaarggggg!!!  Hay quien le da por apuntarse a clases de boxeo (Ver post http://elmundoromerter.blogspot.com.es/2016/01/diario-de-una-cuarentanera-positiva-mis.html)  pero a otras nos da por esto, ya ves……… Hay gente para todo.
Últimamente estoy enganchada al canal de televisión “de casa”, con el firme objetivo de convertirme en una maruja, al más puro estilo “mujeres desesperadas”. Intento compaginar mi trabajo habitual, del que prometo no hablar, con la intención de hacer mermeladas y pedirme por mi cumple una máquina de coser, seguiré informando.
Hace algunos meses iba de camino a mis clases de zumba, lo único que hago para mantenerme en forma (descontando lo de pasar hambre, de lo que ya hablaré algún día) y encontré un tesoro en la basura.
En algunos países hay un día concreto a la semana para poner en la calle los muebles que no queremos conservar  y así otra persona les puede dar otra utilidad, ¡¡¡ a que mola la idea!!!!
Pues el tesoro que encontré era una caja de madera desmontada. Ni tan siquiera era un mueble, ni un palet, de esos que están tan de moda en las bodas country-chic, rustic-chic, boho-chic,......  que generalmente sirven para decorar al lado de una bala de paja y que queda tan mono en las fotos.
Lo que yo encontré era un enorme tablón que pesaba un quintal, lleno de tornillos oxidados y que, con ayuda de “mi cómplice”, conseguimos llevar hasta casa improvisando un carro con los monopatines de los enanos, una operación nocturna de alto riesgo, demasiado ruidosa para una película de la saga Bourne.
Básicamente era esto:

 

Lo vi claro desde el principio, sería un cabecero... no tenía donde colocarlo pero ya tenía mi pequeña ilusión, o no tan pequeña. #ilusionarseconpequeñascosas. Nunca había hecho nada así, me conseguí una lijadora unas brochas y me puse al lío.

Primero lijé toda la pieza, después le di un tapaporo y finalmente un par de capas de pintura. Para terminar, lo lijé de nuevo por algunas zonas para darle un toque rústico,  hasta que quedó así.


Después rescaté unas telas, que tenía en casa desde hace años esperando este momento,
 

En una tienda de tapicería encargué unas planchas de foam de 10 cm de grosor y para pegarlas utilicé 4 planchas de madera alargadas, las coloqué por detrás del cabecero y en cada plancha dibujé la plantilla de dos de los agujeros para pegar los cuadrados de foam. Después les di forma redondeada con un cuter.

Para el siguiente pasó desenfundé mi grapadora industrial y ajusté la tela con mucho cuidado de no dejar arrugas, sobre todo en las esquinas   
 

Mi cara de alegría lo dice todo..............pues no estaba quedando tan mal.....
 

                   

Aquí está el trabajo casi terminado....... sólo quedaba encontrar el lugar definitivo.


Pues al final, tras darles algunas vueltas, el cabecero ha encontrado su lugar en una vivienda vacacional en La Laguna, Tenerife, que se llama "La Casa de la Manzanilla" que abrirá sus puertas en mazo de 2016.  Así que si quieres relajarte leyendo un buen libro en la cama recostado sobre un mullido "cabecero casero".... ya sabes donde encontrarlo!!!!

¿y tú, te animas? con este proyecto hemos pasado algunos fines de semana muy entretenidos, ya estamos pensando en qué será lo siguiente.... seguimos ojeando en la basura.... por si encontramos algún otro "tesoro"....

Hasta la próxima


No hay comentarios:

Publicar un comentario